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Captura y almacenamiento del CO2
Agenda 2030: ODS nº 7 y 13
Enero 2023
En la lucha contra el calentamiento global en el marco de la Agenda 2030, se plantean junto con la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), en base al Acuerdo de París lo que se denomina Captura y Almacenamiento de Carbono, a partir de aquí "CAC" (Carbon Capture and Storage "CCS").
La CAC consiste en separar el CO2 (únicamente el dióxido de carbono del total de GEI y ciertas sustancias residuales), emitido por la industria o el transporte, transportarlo a un emplazamiento formación geológica, inyectándolo al subsuelo para aislarlo de la atmósfera y almacenarlo de forma indefinida. Su captura y almacenamiento están regulados en la Directiva 2009/31 del Parlamento y el Consejo de 2009 sobre la captura y el almacenamiento "geológico" del CO2, conocida como "Directiva CAC". donde cada estado miembro tiene el derecho a decidir donde ubicaran tales emplazamientos de almacenaje.
El hecho de que esté permitido la captura del CO2 según palabras de la Comisión, debe trabajarse a la par con los esfuerzos de progresiva descarbonización.
La "Directiva CAC" establece cómo se deben seleccionar, autorizar, explotar y clausurar los centros de almacenamiento. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático determinó que es «muy probable» que, si se seleccionan y gestionan bien, las reservas geológicas retengan más del 99 % del CO2 almacenado durante más de cien años y que es «probable» que retengan el 99 % durante más de mil años.
El CO2 se puede almacenar en distintos lugares, terrestres o marinos, en particular en depósitos salinos profundos o de petróleo y gas, o en vetas de carbón que no se pueden explotar. Los depósitos geológicos incluyen formaciones de sal, acuíferos profundos y yacimientos de petróleo y gas agotados. El CO2 se inyecta en el depósito y se sella para evitar fugas.
Estas estructuras geológicas de gran profundidad, están entre 1.500 y 2.000 metros, para poderlo almacenar en las mejores condiciones. En España, se han localizado más de 120 estructuras onshore y offshore para almacenar CO2.
Según el Center for Climate and Energy Solutions, las tecnologías de CAC pueden capturar más del
90 % de las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas y las industrias, donde 30 proyectos de captura de carbono a escala comercial están operando en todo el mundo, 11 más en construcción y 153 en diferentes etapas de desarrollo. En la actualidad, existen 73 instalaciones en la UE y el Reino Unido, proyectos desarrollados con el apoyo del Fondo de Innovación de la UE.
La captura de carbono puede lograr el 14% de las reducciones globales de emisiones de gases de efecto invernadero necesarias para 2050 y se considera la única forma práctica de lograr una descarbonización profunda en el sector industrial.
El CO2 debe separarse de otros gases producidos en procesos industriales o durante la generación de energía, y una vez capturado, comprimirse y transportarse por medio de ceoductos desde la industria emisora de CO2 a los centros de captura para su almacenamiento.
Aunque son diversas las técnicas utilizadas para la captura del carbono, todas ellas pueden agruparse en tres grandes categorías:
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1.- La técnica de la precombustión, el combustible se gasifica (en lugar de quemar) para producir un gas de síntesis que consiste principalmente en monóxido de carbono (CO) e hidrógeno (H2). Una reacción posterior convierte el CO en CO2 y luego un disolvente físico separa el CO2 del H2. Para la generación de energía, la captura de carbono previa a la combustión se puede combinar con una planta de energía de ciclo combinado de gasificación integrada (IGCC) que quema el H2 en una turbina de combustión y utiliza el calor de escape para alimentar una turbina de vapor.
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2.- En la técnica de post-combustión los gases son tratados con amoníaco o rocas calizas para fijar el óxido de azufre y nitrógeno y posteriormente se fija el CO2 con sustancias químicas como las aminas que al regenerarse generan una corriente rica en CO2.
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3.- En la de técnica de oxicombustión se elimina del aire el nitrógeno. El gas de combustión muy rico en CO2 y sin óxidos de nitrógeno se seca y purifica para eliminar el vapor de agua y las partículas. El CO2 obtenido hay que comprimirlo para transportarlo al punto de almacenaje subterráneo. La separación previa del nitrógeno del aire para obtener oxígeno puro es un procedimiento muy costoso energéticamente (hay que enfriar y comprimir el aire hasta licuarlo y después hacer una destilación fraccionada para separarlos).
El método de la captura directa del CO2 del aire busca capturar el CO2 vertido a la atmósfera. Por medio de un ventilador, fluye aire hacia una estructura que contiene sustancias químicas que retienen el CO2 para ser almacenado o utilizado para otros fines, librando al mismo tiempo una corriente de aire limpio de CO2 que es de nuevo vertido a la atmósfera. La limpieza no es completa pero sí que logran retener grandes cantidades de dióxido de carbono. Este es el procedimiento mas ineficiente de los cuatro mencionados. Se estima que los costes actuales de la captura directa de CO2 del aire varían entre $300 y $600 por tonelada de CO2 capturado. A pesar de los altos costes, sigue siendo un área de investigación debido a su importancia para mitigar el cambio climático. Para procesos industriales como la producción de cemento o fertilizantes, la captura puede ser la única opción viable para reducir totalmente sus emisiones.
Problemas
La Comisión considera que estas técnicas de CAC son tecnologías seguras desde la perspectiva ambiental. Sin embargo también plantea algunos problemas y ciertas dudas.
Las variaciones imprevistas encontradas en las operaciones de dos proyectos noruegos de gas que almacenan dióxido de carbono bajo el lecho marino ponen en entredicho la viabilidad a largo plazo de la captura y almacenamiento de carbono. Y es que el principal problema no está tanto en la captura, sino en su almacenamiento a largo plazo sobre el que no es posible asegurar con certeza que no haya fugas.
La cantidad de CO2 capturada actualmente por las tecnologías CAC es pequeña.
El fracking también plantea dudas y riesgos para algunos.
Las instalaciones de CAC que operan actualmente tienen una capacidad de capturar alrededor de 40 millones de toneladas de CO2 al año, una cantidad muy pequeña si se comprar con las emisiones estimadas totales de CO2 a nivel global, 34 mil millones de Tn
Los altos costes del desarrollo de procesos de captura de carbono ha generado muchas críticas.
Otro problema añadido, es que la mayoría de los proyectos de captura de carbono no estarán en funcionamiento hasta la próxima década.
Actualmente, gran parte del carbono capturado se utiliza en la recuperación mejorada de petróleo (EOR). Aquí es donde las compañías petroleras utilizan el CO2 para obtener petróleo de reservorios previamente inalcanzables. Los críticos argumentan que esto, en realidad, empeora el cambio climático, ya que permite acceder a más petróleo que luego se quema, lo que aumenta las emisiones, a pesar de reducir el carbono liberado durante la extracción.
Entre ellos la acidificación del océano que podría tener consecuencias negativas para los ecosistemas marinos y no hay ninguna garantía de que el CO2 no vuelva a la atmósfera.
Algunos casos destacados
Uno de los países más avanzados en Dinamarca. El Gobierno ha aprobado un plan financiero para destinar 3.600 millones de euros durante 15 años para proyectos que capturen y almacenen 2,3 millones de toneladas de CO2 por año. Dinamarca otorgó más de 1.000 millones de euros al grupo energético Ørsted para capturar y almacenar 0,4 millones de toneladas de CO2 al año procedentes de dos centrales térmicas y eléctricas durante un período de 20 años.
Destaca también la empresa noruega Equinor ha enterrado debajo del fondo marino alrededor de un millón de toneladas de CO2 por año.
La empresa Northern Lights tambien tiene proyectos de CAC en el lecho marino en el Mar del Norte en estratos geológicos estables. Espera almacenar alrededor de 7 millones anuales de toneladas de CO2.
Climeworks inauguró en Islandia su primera gran planta de captura de dióxido de carbono atmosférico vertido a a la atmósfera.
La Agencia Internacional de Energía estima que, para llegar al objetivo de cero emisiones netas al año 2050, será necesario capturar y almacenar un volumen de más de 1,100 millones de toneladas de CO2 a partir del 2030. (En la actualidad se capturan y almacenan geológicamente sólo 40 millones de toneladas anuales).
En España hay dos proyectos pilotos de plantas de captura de CO2: el Proyecto CO2 FUNNELS, en Almería. Se trata de utilizar el dióxido de carbono de una refinería para el cultivo de especies vegetales de crecimiento rápido y fertilización carbónica. El proyecto de captura de CO2 mediante el uso de caliza como sorbente en la central de Hunosa, en La Pereda.
Shaping the future CO2 transport network for Europe